lunes, 22 de diciembre de 2025
Que vienen los bárbaros
Cada vez que conocemos los resultados de unas elecciones políticas, la conclusión suele ser desalentadora: la extrema derecha gana votos, escaños y representación política. No es suficiente con que algunos de sus representantes se exhiban como monos de feria en muchas de sus decisiones: con Trump a la cabeza como lider supremo, para que este fenómeno se estanque sino que siga y siga progresando cada vez más. Los analistas políticos han encontrado un filón para sus artículos. ¿A qué se debe este auge? ¿por qué este fenómeno global parece ir en contra de lo que fueron nuestros principios inamovibles tras la segunda guerra mundial? En casi todos lados se lee que es consecuencia del descontento popular ante la falta de resoluciones políticas por parte de los partidos democráticos convencionales a los que estamos acostumbrados y en muchos de sus abusos malacostumbrados.
No digo que no. Que ese sea un motivo importante. La clase media-alta se ha evaporado como consecuencia de un capitalismo que este neofacismo, que por cierto, y a diferencia del tradicional, no sólo no niega sino que apoya y quiere llevar al extremo. Esta supresión de privilegios de esa clase social, unida al cada vez más deteriorado estado de la clase baja, hace que mucha de esa masa social se haya decantado por los cantos de sirena de estos grupos que no ponen el énfasis en una revolución social precisamente, sino en una revolución contra los derechos humanos per se (inmigración, feminismo, homosexualidad...) que parecen ser el blanco de la diana de unos políticos, que quieren centrar nuestros problemas en esa falsa (en su opinión) estabilidad social.
No niego la relación exclusiva. Niego el orden.
No creo que esa sea tanto la causa como una consecuencia más de la verdadera causa. La causa del descontento social la tiene el capitalismo extremo que hace que la riqueza cada vez esté peor distribuida, pero como este sistema es intocable por casi todas las ideologías, de hecho insisto, la extrema derecha no cuestiona dicho sistema sino que pretende ajustarlo nacionalizándol yula extrema izquierda se topó en la encrucijada griega con un callejón sin salida al tener que elegir entre valores y comunidad europea y no lo pudo resolver.
El motivo de que se esté votando en masa a , ay, el fascismo se debe sobre todo a la ignorancia. Esa que cada vez abunda más, a medida que han escondido al conocimiento entre el abuso de información y que nos han insensibilizado cada vez más con una forma de vida que no genera empatía ni sentido de comunidad. Pero de eso hablaré otro día que hoy es tarde, amanece y es último día de clases.
¿es esto volver? Una entrada política, no jodas. Y de alguna forma, sí.
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