Ya va siendo hora de contradecir el sinsentido común.
1- Ni los viernes son grandes días, ni los lunes horribles.
A lo mejor porque soy un padre comprometido y no noto esa diferencia entre trabajo/ocio que el resto de los no enfangados sienten. Pero para mí los lunes suelen ser mejores, estoy más descansado y despierto, tengo más energía para realizar mi trabajo y tengo ese impulso extra que siempre se tiene cuando uno comienza algo, por el contrario el viernes suelo estar más cansado, los niños en mi trabajo están especialmente nerviosos y lo que es peor, alrededor de uno todo el mundo grazna cosas como menos mal que hoy es san viernes o cosas por el estilo.
2- Hacer yoga no es de locos.
Casi se podría decir lo contrario, que no practicarlo en la época del hierro que vivimos es la auténtica locura. De hecho vivir una vida "cotidiana", arropada en los tópicos de la mayoría, sin más aliciente, que el forofismo deportivo, la pornografía y el alcohol, es una vida tan limitada y estúpida que es casi una falta de respeto al hecho de haber nacido humanos.
3- Los refrescos light no adelgazan.
Engordan y mucho, se diferencian de los no llamados light por el hecho de que en lugar de de utilizar azucar refinada, emplean químicos edulcorantes que permiten poner en sus envases cero azucar y engañar a los pobres compradores haciéndoles creer que ese producto tiene algo de sano, saludable o adelgazante.
Y ya sé que alguno pensará, que ellos ya lo saben, pero no nos engañemos con esto, en nuestro inconsciente estas trampas siguen funcionando si no estamos muy atentos.
4- Cuando llueve hace mal tiempo.
Pero hay días de lluvia preciosos, llenos de una belleza indefinible, llenos de trascendencia y profundidad, algunos nostálgicos sí, pero también vigorizantes, como si ese agua nos limpiara por dentro, del mismo modo que limpian por fuera nuestras contaminadas y sucias ciudades en las que nos ha tocado vivir.
5- El sexo nos dará la felicidad. Y no es que quiera desdeñar el placer sexual, muy válido e interesante, pero desde que nos prohiben siquiera mencionarlo de pequeños, hasta que nos hace sentir culpables o necesitados de mayores, son muchos los quebraderos que la sexualidad causa en nuestra vida y por si fuera poco, desde fuera todo el rato se nos retransmite que gracias a ella conseguiremos realizarnos como personas, vease su estrecha relación con el consumo y la publicidad, el ventajismo del arte comercial en ese sentido, o como muchas personas se limitan definiéndose a partir de su sexualidad.
(continuará)