lunes, 29 de octubre de 2012

La falsa y la verdadera espiritualidad

Cuando comencé a hacer yoga hace casi diez años atrás, y poco después comencé a adentrarme en la meditación, chamanismo y el cuarto camino, tenía claro que había descubierto algo verdadero. Veía con diáfana claridad que la iglesia, en mi caso la católica, con sus dogmas, prohibiciones y pecados habían hecho de mí un ser culpable, resentido contra cualquier imagen de Dios o trascendencia que no se alambicase en el amor o el arte.
Durante unos años descubrí una realidad a la que podía añadirle una nueva dimensión, o quizá incluso se trataba de una realidad distinta a la de mi interpretación líneal e inconscientemente heredada.
He leído a Osho, Krishnamurti, libros de creatividad, pseudociencia, Echkart tolle, medicina natural, pnl, gestalt taoísmo y budismo y tenía la sensación de que todos hablaban de lo mismo pero algunos me servían más y otros menos, según conectase con esas creencias. Pronto algunas empezaron a repelerme por su tufillo new age, facilón; mejore su salud, su dinero y su amor con simples oracione. Sea feliz en dos semanas, la iluminación está a la vuelta de la esquina vaya, rebajas de felicidad, diga no al ego y santas pascuas. 
Así que al final la cosa se convirtió en un nuevo maniqueismo, no al ego, sí a la espiritualidad. Eso hasta que descubrí el vedanta advaita, me costó mucho con Ramana Maharsi al que nunca consigo entender, pero me adentré con Dejardins, Balsekar y sobre todo  Nisargadatta Maharaj y últimamente Gangaji y Andrew Vernon. Entonces comencé a descubrir que todo era en realidad más sencillo, mucho más sencillo de lo que pensaba y al mismo tiempo más difícil, más sutil, por emplear una palabra abusivamente usada en espiritualidad. El propio ego, o la mente, que todo lo termina sistematizando en sus rígidos esquemas hace con la espiritualidad, lo mismo que con el amor o la felicidad, lo desmenuza, lo analiza y trata de llegar a con un esquema de causa efecto. 
Ese es el punto en el que estoy ahora, pero tengo claro que tampoco es el definitivo, es simplemente un eslabón más, ¿hacia dónde? la mente se muere de ganas por saberlo y trata de apresarlo en una definición, juzga el proceso, pero nada de eso sirve y rebelarse contra ello o tratar de evitarlo tampoco.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Pellegrini versus Mourinho (2 parte)

La verdad es que el fútbol cada vez me importa menos, si escribo esta entrada en realidad es porque creo que este caso ejemplifica el borreguismo al que nos somete el seguimiento de los mass media sin juicio crítico. Ya no hablo de las noticias, esos productos "bomba" seleccionados por su impacto o propaganda política, incluso en la prensa deportiva ocurre. También claro está la política de por medio.
Cuando se decidió por parte de buena parte de la prensa madrileña echar a Pellegrini y fichar a Mourinho se trataba de tapar las verguenzas del presidente que pese a una inversión sonrojante era incápaz de igualar al Barcelona. Los locutores lubricaban sus columnas y proclamas alabando los méritos y recuerdo que el redactor jefe de Marca hablaba incluso de la única posibilidad sensata. A mí me gustaba Pellegrini, siempre me gustó, ya hablé de él aquí hace poco, cada vez creo más en las personas integras y cada vez menos en los espectaculares envoltorios verbales. Es cierto que tuvo resultados muy adversos pero también tuvo que lidiar con un vestuario con Raúl y Guti y una presión constante. 
Hoy el Málaga que él dirige está por encima del Madrid en la liga y en la Champions y más importante aún, deja mejores sensaciones. El Madrid es un equipo perdido, lleno de jugadores innecesarios y alguno mediocre, que nunca debieron haberse fichado y menos por el precio que se hizo. Sin embargo no leo nada en la prensa de Madrid criticando esas decisiones (tampoco me preocupo mucho de leerla ya la verdad), supongo que ahora ya empezarán a caer los palos contra Mourinho, no es a él al que se le protege sino al de arriba, porque su única baza era la Champions donde está dejando una imagen lamentable. No sólo por perder ayer, sino porque también ayer se vio que el Ajax, un equipo muy menor hoy en día le ganó con facilidad al épico City, que ya no lo parece tanto.
Repaso antes de acabar la entrada los titulares de la prensa madrileña, veo que la política a día de hoy es seguir protegiendo al equipo, se habla de la maldición germana y de incomprensible abulia del City. Todavía no se ha dado la orden de hacer campaña.

domingo, 21 de octubre de 2012

Six Feet Under- A dos metros bajo tierra. 4 Temporada


¿Por qué dejé aparcada esta serie durante casi dos años? No lo sé muy bien, posiblemente me cargó el aire melodramático de la tercera temporada, demasiado dolor, demasiada miseria moral. Sin embargo me había hecho disfrutar tanto durante tantos capítulos, que un par de años más tarde decido darle una nueva oportunidad y comienzo a ver la cuarta....

He llegado hasta la mitad de la misma y ¿qué puedo decir? estoy absolutamente entregado a la causa, aunque este año he visto the wire, game of thrones y breaking bad, hay algo en esta serie tan absolutamente maravilloso que es difícil no entregarse a su ambiente sórdido, inteligente y compasivo mundo humano. Hay algo tan especial...cada capítulo que comienza lo hace con la presencia de la muerte, los guionistas se permiten ofrecernos un muestrario de posibilidades, de giros inesperados, de sorpresas, en esas joyas de tres minutitos. Por ejemplo, el capítulo quinto comienza con una pareja haciendo el amor en un jacuzzi, él es un tipo con algo de sobrepeso que tras el esfuerzo parece a punto de infartarse, es lo que el espectador no avisado esperaría, pero a estas alturas ya sabemos que la muerte no es lógica y que puede llevarse al que menos esperamos. Precisamente ese capítulo es una joya absoluta, es posiblemente, junto con alguno de lost, el capítulo más emocionante de una serie que he visto en mi vida, David, recoge a un autoestopista averiado que parece sensibley el remedio ideal para su estado emocional inestable, y entonces comienza...
No sé, el capítulo está a la altura de las buenas películas de Hitchcock, así de simple, pero es que además de lo acojonantemente bien hecho que está, es David, es ese hombre adorable al que hemos acompañado durante ya más de treinta horas, es como presenciar lo que le ocurre a un amigo muy querido y especial.
Lo que han hecho los creadores de esta serie (de las cuatro citadas en realidad) es arte con mayúsculas, sin el más mínimo pero. 

sábado, 20 de octubre de 2012

Amor a Roma con Woody Allen

Woody Allen sigue rindiendo tributo a algunas emblemáticas ciudades europeas: Londres, Barcelona, París... y ahora le toca a Roma. Esta vez lo hace a través de cuatro historias desiguales pero que en general presentan viejas tramas allenescas. Resulta muy familiar esa historia de adulterio (aunque el adulterio está presente en casi todas) en que un joven es seducido por la neurótica e irresistible amiga de su novia. (perfectamente caracterizada por la exquisita Ellen Page)
Estos asuntos amorosos, propios de la comedia clásica se ven salpicados por pinceladas surrealistas propias sobre todo del primer Allen, y también de la última película, pero que sin embargo no llegan en esta ocasión a cuajar del todo, el asunto de la ducha es divertido pero no pasa de la anécdota, es distinto el caso de la historia de Begnini de la que hablaré luego.
En general esta película a la que algún crítico cicatero trata de hundir, es una película muy visible, muy entretenida y con algunos momentos de guión realmente geniales, algo de lo que adolece la gran mayoría del cine que se proyecta en nuestras pantallas, dicho lo cual evidentemente es una obra menor que no continúa la línea del mejor Allen que vimos en Midnight in Paris sino de, desgraciadamente, buena parte de sus últimas películas. 
La película tiene un gran acierto y un gran error que es el asunto mencionado antes, la historia de la fama  inesperada y magnificada de Roberto Begnini, el cual, dicho sea de paso está muy bien para la misma y además es una figura muy ilustrativa para rendir homenaje al cine italiano actual (Nani Moretti también habría estado bien). Para mi gusto esta historia es lo mejor de la película, quizá sea porque durante un tiempo de mi infancia fantaseaba con esa misma idea, o al menos con una variante, tenía la sensación de que todo lo que hacía y me ocurría era tan importante que me extrañaba que mis padres y el resto de la gente que me rodeaba no se diera cuenta de ello. En ese sentido ese exagerado retrato me parece una idea genial que desgraciadamente se le ha escapado cruda, acaso podía haberla desarrollado a lo largo de una película entera como hizo con Zelig.

martes, 16 de octubre de 2012

El té. Salud y placer

De pequeño no entendía cómo era posible que hubiera gente que disfrutara con esas bebidas calientes que dependían simplemente de lo que soltaban unas ramitas de un arbusto, me sabían amargas a veces, insípidas en el mejor de los casos, incomprensibles siempre.
Ahora soy un amante del té, de hecho el té es uno de esos grandes motivos de felicidad que he adquirido en los últimos cinco años. Pero en realidad comprendo por qué pensaba así, parte de razón no me faltaba porque la mayoría de los tés que se comercializan en España, o que le ponen a uno en un bar, no son más que productos de tercera calidad, hojas secas sin gracia, con el único atractivo de poseer teína (esa pequeña droga) y ser más digestivo que el café.
Gacias a Dios, hoy se puede beber excelente té en España, se puede pedir por internet o conseguirlo en las franquicias o alguna cafetería especializada. En parte se está convirtiendo en un producto de referencia por sus propiedades anticancerígenas y cardiovasculares así como de otras muchas secundarias que cualquiera puede consultar por la red y que vienen avaladas por multitud de estudios. El té blanco y el té verde son acaso los más saludables pero también el negro, sometido a un proceso de oxidación, tiene grandes propiedades. También se están comercializando mucho las variedades rojas y oolong por su capacidad desengrasante.
Pero además de ser tan bueno para la salud el té es para mí una fuente total de placer, me gusta alternarlos e irlos consumiedo según su grado de teína a lo largo del día. Comienzo con un par de tés por la mañana, uno negro (un earl gray, un exquisito Kalley Valley o un té más fuerte) y otro rojo, a media mañana me adentro en el té blanco o el verde, más bajo en teína y suave, ideal para el almuerzo, muchas veces lo compagino con un oolong con gingseng que es uno de mis más recientes descubrimientos, después de comer suelo tomar un blanco con jazmín que es digestivo, o uno rojo si la comida ha sido pesada. Después tomo otro oolong y un par de tés verdes más. A partir de las seis ya no tomo más té, pero acabo la noche con un par de rooibos, normalmente aromatizados, que son en realidad infusiones y no tés, con propiedades relajantes, digestivas y fortalecedoras del sistema autoinmune.
Ya no lo tomo con azucar, estoy profundizando en los sabores y los edulcorantes los camuflan, los conservo en cajas cerradas que guardo en otra caja, trato de ser minucioso con las temperaturas de hervido y el minutaje de infusionado, hay un momento de temperatura perfecto, ni muy caliente ni tibio, en ese momento el té se convierte en un placer inexplicable, algo desconocido aún por muchos.

jueves, 4 de octubre de 2012

El punto E

Y también es hermoso de alguna manera, desde mi casa oigo como los chicos juegan en el parque y se dicen las mismas cosas que todos los niños en todos los parques, y hace un par de horas con mis compañeros de trabajo diseccionabamos miserias, niños que por exigencia del guión no lo son, y han de imponerse a algo, no se sabe muy bien qué, han de creer en algo, no se sabe muy bien qué, necesitan amor y ni siquiera lo sospechan, se esfuerzan, estudian, se rebelan, se ponen peinados y mal requiebran a veces con insultos, y muy pesados de puro no ser ni una cosa ni la otra. 
Y es hermoso el calor, y estos cielos, y hasta el tráfico y los conductores desesperados, y el asco que da todo; los bancos, los políticos, el tonto del vecino o ese compañero de trabajo, no me digas que no es un hijo de puta, putada, las enfermedades raras, ya ni recuerdo el nombre, pero sí el de la persona, Carlos Cristos, un médico que sufre una enfermedad degenerativa y mortal y que en un documental exhibe su tristeza pero sobre todo su alegría, su curiosidad por la muerte, la hemos desterrado de nuestras vidas, no queremos ni oir hablar de ella y acaso por ello nos atenaza más de lo normal, las alas de la vida.
Volar, marchar en autobús, cruzar la estepa castellana hasta el mar del norte, para hablar de literatura, he venido aquí a hablar de literatura joder, llevo acumulando datos un par de meses y ahora los voy a vomitar, si hay suerte estaré inspirado y el conocimiento se unirá al corazón, al amor por las letras. Va a salir el tema del Quijote. 
Es lo justo, y bueno, la vida no siempre es justa, aunque siempre hermosa y perfecta, porque es hermoso pese a todo, pese al esfuerzo abusivo y el constipado inoportuno, y las horas que me he perdido con mis hijos, pero también como disfruté las otras, enamorado, fascinado, como el que es capaz de asistir a un prodigio, el del conocimiento, el de la interacción con la realidad, la danza de la realidad, y no sé muy bien porqué escribo esta entrada, acaso simplemente porque me apetecía hacerlo y ya, porque me siento triste y confundido, pero también enamorado de la vida y privilegiado, me siento un privilegiado y me gusta poder decirlo por aquí.



martes, 2 de octubre de 2012

De la revolución tecnológica al tercermundismo social

Creo que los tiempos que nos tocará vivir van a ser bien contradictorios. 
Si en el siglo XIX Dios había muerto y el XX corroboró el fracaso de las utopías, este XXI comienza con el mito del trabajo y el esfuerzo para conseguir la salvación que no es eterna pero que lo pareciera por lo que viene durando la crisis. El ojo de Dios es un widget y el precio de las virginales tablets es tan alto que no hay quien pueda manosearlas o mancillarlas. De los tiempos dorados solo queda el masivo número de coches de lujo que siguen poblando las emes madrileñas, pero el tiempo que todo lo puede ser lo acabará llevando. 
Y al final la historia es la de siempre, el abuso tiránico de los gobiernos por mantener a sus insatisfechos ciudadanos tranquilos, si protestas corres el riesgo de ser acusado de poco menos que terrorismo y si te pones enfermo tú verás pero te pagamos la mitad (es un eufemismo actual, en breve no pagarán nada o te echarán a la calle), siempre puedes irte al paro a hacer bulto y cola. Si te aburres puedes al menos mandar unos cuantos whatsup o saber si lloverá por la tarde y coger un paraguas. 
Hemos sido estúpidos por creer en esto, es cierto, y todavía no sabemos muy bien adonde ir, también es verdad, ahora parece que se nos despoja de nuestra condición de burgueses para dárselas a ciudadanos de economías emergentes, que esto sirva de algo. Que no luchemos para recuperar esa "privilegiada" condición, que no nos enfrentemos los unos a los otros para ello, que nos hagamos humanos ante un sistema que no lo es.