martes, 21 de mayo de 2013

Que por mayo era por mayo

Llevo veinte días con mocos y tos, enclaustrado tratando de ponerme al día con el inglés, acaso por eso es que no he puesto ninguna entrada en el blog. Acaso porque casi no tengo tiempo con los niños y mis cosas, y sin embargo me apetecía escribir, pero no me apetecía seguir lo prescrito llevo un tiempo haciéndolo con demasiadas cosas. Deberes y teneres, de forma que mi vida se estaba viendo inundada por ellos, hábitos, rutinas, lugares en los que me siento seguro y siento placer pero que a veces están carentes de la emoción y la lucidez de otros días pasados. 
Con mayo llegó un tiempo de locos, sol y lluvia, los torneos de tierra de tenis y el final del curso académico. Las finales de fútbol y baloncesto. Y el mundo de las series, el reencuentro con una de mis favoritas; Game of thrones y una nueva: Downton abbey, una recreación de una casa aristocrática a comienzos del siglo XX en Inglaterra. Historia algo culebronesca, melodramática excesivamente por momentos y algo predecible pero por lo demás un auténtico placer para los amantes de la sociología y los curiosos en general del mundo de mayordomos, doncellas, amas de llaves y la relación de este estrato social con el superior. Sólo puedo decir que a pesar de todo lloré a moco tendido cuando Matthew le pidió matrimonio en esa helada velada a la adorable Lady Mary.

3 comentarios:

  1. Pufff!! Pues a ver si vas mejorando que ya te toca!!
    Todavía no he visto al tercera de Juego de tronos. Ya lo haré... sin prisa. En cuanto a Downton Abbey a pesar de las buenas críticas y que a todo el mundo le gusta no la he visto nunca... pero apuntada está.
    Es que la series me cuestan un poco por eso de tener que esperar de una temporada a otra...
    Saludos y cuídate!

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  2. A mí también me cuestan, porque hacen que me retrase en cine. Mejórate. Un saludo.

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  3. Gracias a los dos, últimamente la cartelera está flojísima la verdad, y suele ser lo habitual en estos tiempos, así que siempre en primavera aprovecho para sumarme a los seriófilos del mundo. Os lo recomiendo, una buena película es un bocado exquisito pero una buena serie es un banquete.
    Un saludo

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