domingo, 25 de noviembre de 2012

Comienza la huelga de sanidad

Comienza mañana la huelga de sanidad, eso que quieren convertir en una cuestión una vez más de clases las gentes llenas de miedo y vacías de alma, no me gusta hablar de partidos políticos ni de ideología, simplemente diré que una sociedad que cree que hay que parcelar la calidad de vida en clases, o dar salud sólo al que tiene dinero es una sociedad enferma. 
La modernidad no es más que el intento difícil y nunca consumado, pero al menos intento, de salir de una sociedad estamental en la que los privilegios sólo caían de un lado. En esas andábamos, y ese era nuestro objetivo hasta que el sistema, un ente complejo de una inercia devastadora, completamente desbocado, nos llevó a confundir nuestro verdadero ser y nuestra verdadera humanidad. Vale, puede que el sistema sea un producto de nuestro propio nivel como humanidad, pero ya va siendo hora entonces de cambiar ambos. 
 Hoy cada vez vivimos más recluidos en nosotros mismos y por tanto más perdidos, porque no desear que los que nos rodean estén sanos y no luchar por ello, es no luchar por uno de los principios más esenciales de la vida. Es el mismo pecado que acudir a consulta y andarse quejando todo el rato por todo, ya hablé de eso alguna vez aquí, la salud pública es ese proyecto hermoso en el que todos cooperamos para que todos estemos mejor y podamos vivir mejor en sociedad, es tan sencillo y se nos ha dado de antemano que olvidamos la hermosura del concepto. Nada puede justificar, absolutamente nada, que haya recortes en sanidad, un sistema que permite recortes en sanidad es un sistema enfermo, y sé que algunos me podrán decir que hay abusos, que hay gente irresponsable que malgasta ese fondo común, y es cierto, pero ni siquiera eso puede justificar que podamos poner en tela de juicio un sitema sanitario público de calidad. 
Todo mi apoyo al colectivo sanitario en su lucha, no en vano, soy un hipocondriaco de manual y yo seré un perjudicado por la huelga, tenía cita pendiente, pero en cualquier caso gracias por ser tan valientes como para no aceptar la estafa de los recortes.

1 comentario:

  1. ¡Otro hipocondriaco no, por favor! -Y no lo digo por mí, que no lo soy, pero es que tengo uno en casa, y estos días he tenido a dos, que su padre también lo es: ¡socorro!-.

    Absolutamente de acuerdo, en todo. ¿Lo vamos a consentir?

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