miércoles, 2 de abril de 2014

True Detective

Lo primero... ¿es realmente True Detective tan buena como la pintan algunos? ¿es realmente la serie del momento?
No. 

Es muchísimo mejor que todo eso. Desde que entra la música de la cabecera uno ya ha abierto los ojos sabedor de que tiene algo de muy alta calidad delante. A los cinco minutos de comenzar, cuando se nos presenta a la primera vícitma y a los detectives tomando datos, cuando hemos tenido los primeros picados y planos abiertos de esa zona pantanosa, no sólo estamos viendo imágenes, estamos saboreándolas, degustándolas. He leído por ahí en la red que la serie tuvo buena aceptación pero que empezó a ser tomada como una de las grandes tras el plano secuencia final de la cuarta temporada, un plano de acción de seis minutos de duración. A mí personalmente no me hizo falta llegar hasta ese punto, aunque también admiro y valoro ese plano secuencia. A mí la serie se me hizo grande con McCounaghey, con su actuación y con su personaje. Por supuesto que Harrelson está genial y que su personaje que vive en la contradicción hipócrita de la sociedad estadounidense (lo genial es que realmente se crea superior a su compañero que es un rarito)pero lo de Rust son palabras mayores. Ese discurso que pronuncia cuando su compañero le pide su opinión sobre sus ideas religiosas es tan sobrecogedor que uno no puede menos que sentirse fascinado por ese personaje. Es un héroe de novela negra, un tipo duro, un tipo que no confía en mujeres ni en emociones, un tipo honesto con un código ético propio que no concuerda con el colectivo pero que piensa seguir jugándose la vida, hasta aquí todo siguiendo el arquetipo, pero ese nihilismo, esa desesperación... esa necritud. Estamos ante un personaje que no parece humano, que no se inmuta, que vive anestesiado en su mundo ideológico y no se permite sentir absolutamente nada, consecuencia del peor dolor posible, el de haber perdido una hija. A partir de ese discurso y hasta los títulos de crédito del capítulo 8 de la primera temporada, he seguido a este personaje con una complicidad que me resultaba al mismo tiempo muy molesta. No me gusta el nihilismo ni las ideas existencialistas, ¿Cómo es posible que este tipejo me resulte tan atractivo? El propio Harrelson le dice que se calle la puta boca, y una parte de mí tampoco le quiere oír, y sin embargo es demasiado atractivo. Mc Counaghey (ya lo dije cuando hablé de mi favorito para ganar el Oscar y no es por dármelas de adivin) estás en estado de gracia para el cine, estás on fire, no pares, si tuviera unos cuantos años menos te ponía un poster en mi cuarto. Gracias. 

¿Y qué más?, la serie. La serie es una delicia visual. Yo no soy muy del cine contemplativo pero esos planos de las marismas, esas casas sordidas perdidas en medio del pantano, ese prostíbulo en mitad de la vegetación. Esas trampillas para pájaros. Creo que eso va más allá de la buena ambientación, es algo diferente. Lo voy a decir, ya que hoy estoy algo sensible, es poesía visual. Es el contraste con la sórdida morada del héroe, llena de libros de serial killers, de esquemas, de hilos y flechas. El ritmo es perfecto, el guión en mi opinión perfecto, hay quién dice que es pretencioso, luego iré con esos que dicen, a mí no me parece un guión que busca ser oscuro, no me parece un guión pretencioso. La forma de presentar la historia con esos interrogatorios a posteriori me parece elegante y muy eficaz narrativamente. Practicamente me ha gustado todo en la serie, la música, los secundarios. Quizá se podría reforzar un poco la idea propia de la novela negra de los fallos del sistema y hay algo en el final, que no diré para no destripar nada, que no me funciona del todo, pero aparte de eso, todo es sobresaliente. Dicho esto, y teniendo en cuenta que cada temporada cambiará de actores y de director, no es esta una defensa de la serie tanto como de su primer temporada, no sé si se podrá igualar lo que hemos visto en esta inicial. 

Y termino con los críticos. Primero, algunos se abalanzan a situar la serie por debajo de otras grandes como los soprano, Breaking bad, six feet under. Ya saben aquello de excusa no pedida acusación manifiesta. Nadie les pide que la sitúen en el número 1. Creo que eso va en gustos. Segundo, tratar de mediocrizar una serie de este calibre es simplemente padecer la fobia a la mediocridad, es decir tratar de ir en contra de opiniones generalizadas para tratar de sentirse superior a una media. Tercero, dicen que es pretenciosa. Claro, pretende ser una magnífica serie y lo consigue sobradamente, y... Eso es como decir que la mitad de las obras maestras del cine son pretenciosas porque son realmente geniales. Siguiendo a estos iluminados habría que hacer cine de mierda, que sólo tratara de cosas ligeras y que no innovase en nada para no ser tildado de pretencioso. Cuarto, hay muchas alternativas, si no les gusta, peor para ellos, otros la disfrutamos más que sobradamente, nos gusta, nos encanta, nos ereccionamos con ella en nuestros sueños más profundos. Sentimos que no os pase lo mismo. Una lástima.

3 comentarios:

  1. Yo estoy siguiendo House of cards pero creo que lo voy a dejar me esta poniendo enfermo. Aunque la serie esta super bien currada, son las situaciónes y el personaje lo que me pone enfermo. Un abrazo.

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  3. Tengo ganas de hincarle el diente a esa, pero me da algo de pereza su temática, tras el nihilismo de True Detective me he pasado a la ligereza de la de las presidiarias.
    Un abrazo

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