Llevo casi diez años practicando regularmente diferentes disciplinas espirituales. Por supuesto que ya desde antes era de un modo u otro, testigo del misterio, pero la iglesia en general y mi cole de curas en partícular tuvo la manía de castrar esa curiosidad a base de dogmas, prohibiciones y falta de comprensión.
He practicado yoga, hatha y kundalini, pero también he leído mucho sobre vedanta en el camino del jnana yoga, también he cantado y recitado mantras (bakthi yoga) y aunque menos, he tratado de llevar el yoga a la acción cotidiana, lo que conoceríamos como Karma yoga.
He leído todo lo que he podido y practicamente todo lo que hay traducido al castellano sobre cuarto camino, estuve cinco años en el trabajo en diferentes grupos y todavía hoy, aunque individualmente lo hago. He hecho danzas de gurdjieff, en ese mismo sentido.
También he hecho chamanismo, he practicado el ensueño y el acecho, he leído a Castaneda, a Taisha Abelar y otras encarnaciones del nagual. He tratado, en vano eso sí, de recapitular mi vida dos veces.
He buscado y sigo buscando diferentes maestros de yoga, pero sólo ahora, desde la práctica cotidiana siento que estoy avanzando, (sí, ya sé que el progreso es metafórico porque ya estamos ahí).
He hecho terapia, he leído libros de gestalt y he tratado de hacer los ejercicios.
Ahora estoy haciendo meditación budista vipassana y el otro día en la sesión alguién preguntó sobre las diferencias entre mindfulness y vipassana, se comenzó a disertar sobre las variantes del budismo y las diferencias con el hinduísmo. Hoy en día con internet, uno no necesita maestros teóricos, porque tiene toda esa información al alcance de la mano, así que no voy a perder mi tiempo tratando aquí de sintetizarla, hoy sólamente voy a decir dos cosas.
Estamos tan hiperatrofiados en lo intelectual que seguimos confundiendo saber con conocer o experimentar y lo más importante en cualquier camino espiritual es la experimentación, la importancia del maestro no viene nunca dada por el intelecto sino por lo intuitivo o lo emocional, uno confía y se somete a la guía de ese alguién por fé, amor o intuición pero no porque simplemente diga que eso es lo bueno. (Eso es lo que hacían los curas de mi instituto). Nos cuesta mucho desengancharnos de la belleza de la teoría, yo reconozco que es hermosísimo ver como se disgregan las religiones y como las vías se multiplican porque practicamente cada practicante supondría en sí una vía, pero más importantes que conocerlas o saberlas, es practicarlas. La teoría no es más que una bella forma, un mapa, una guía, pero lo importante es el viaje, el territorio, el contenido y eso sólo ha de experimentarse personalmente, más allá de lo dogmático y lo supuesto.
Tras tantos años de inmersión en el mundo espiritual tengo pocas cosas seguras, pero una de ellas es esa, llega un momento en que uno se siente muy tentado de compartir, hablar y recomendar ciertas corrientes, pero en otro nivel, está la práctica y ese, es el único y verdaderamente útil.
Tras tantos años de inmersión en el mundo espiritual tengo pocas cosas seguras, pero una de ellas es esa, llega un momento en que uno se siente muy tentado de compartir, hablar y recomendar ciertas corrientes, pero en otro nivel, está la práctica y ese, es el único y verdaderamente útil.
Gran consejo me serivira para aprender ingles mejor. :) Aunque lo escuche en una de esas charlas Ted. La educación ahora es como el libro de instruciones del ikea. Cuando deberia ser como los videojuegos probar una y otra vez aprender de la experiencia (Si tocas a un malo tu personaje muere pero si saltas sobre el le matas.) saludos.
ResponderEliminar