lunes, 27 de enero de 2014
Australian Open 2014: una llaga en el alma
Comenzó mal para Nadal el primer major del año. Un sorteo durísimo que le emparentaba para hablar con la gran promesa Australiana Tomic, en 3 ronda con Monfils, en 4 con Nishikori o ídolo y ex número 1 Hewittf, que seguía con Delpotro o en su defecto como fue el caso por la sorpresa con Dimitrov o Raonic, con semis con Federer y Murray. En fin, el cuadro menos apetecible en principio, pues por el otro lado, Berdych, Ferrer y algo menos Wawrinka parecían presa fácil para su gran rival Djokovic.
Tras dos primeras rondas finálmente fáciles se encontró con un Monfils contra el que estuvo brillante jugando a un nivel que nos recordó al de la gira americana veraniega. Muy agresivo, mandando él, con un drive a la perfección y sobre todo con un revés cruzado que ha evolucionado de forma muy notable.
Y entonces apareció, jugando contra un rocosísimo Nishikori contra el cual Nadal mostró su peor tenis del torneo; la llaga. Una herida en la mano que le impedía sacar bien. Y al día siguiente a la eliminación de Del Potro se unía una sorpresa mayor; A Djoko se lo cargaba Wawrinka que ya había estado cerca de hacerlo en los dos últimos GS en dura. Federer se volví a pasear por Melbourne derrotando a Murray, y aunque Nadal pasaba contra Dimitrov dejaba muchas dudas sobre su rendimiento en el torneo. Eliminadas sus dos bestias negras Djoko y tb Del Potro que lo había ganado en Shanghai con solvencia hacía un par de meses, todo apuntaba a que era favorito si conseguía resolver sus problemas con la llaga. Y los resolvió, venció por enésima vez a Federer con brillantez y buen juego y llegaba como máximo favorito para la final.
Para los no afinicionados al deporte, con las cifras en la mano, era fácil predecir una victoria sencilla. 12 a 0 para el balear frente al de Lausana y no había perdido ningún set. Los que somos un pocos frikis de este deporte y seguimos al menos quince torneos al año con interés minucioso, sabíamos que sería muy complicado, ya en el masters, Nadal ganó en los tie breaks muy apurado, y tb en Shanghai ganó un 1 set, sólamente porque a Wawrinka le faltó creérselo. Que sería difícil estaba claro, no se elimina a Djoko en un GS de casualidad, que Nadal se lesionase la espalda no lo podíamos imaginar ni en el peor de los escenarios. Sobre todo porque con lo de la llaga ya había sido fatalidad suficiente. Aunque iba perdiendo el partido y el suizo estaba pletórico, ya habíamos visto ese partido más veces y sabemos que Nadal luego remonta, esta vez no pudo ser, ganó un set ante un desconcertado Wawrinka que parecía negarse a creerlo, tuvo el valor de no retirarse por el público y por no afear a su rival, supongo que soñando también con un milagro. No pudo ser, no completó el doble Grand Slam. A algunos se les fastidiaron las cuentas, a mí me dolió la derrota, era el torneo que más ilusión me hacía que ganase, no sólo por consolidarse en dura si no porque ya en 2012 mereció ganar aquella final a Djoko (como acaso Djoko mereció ganar el último RG). Cada vez serán más difíciles, parece que gente nueva se ha sumado al festín y no quiere dejar en manos de los cuatro de siempre los grandes torneos, veremos si es así este 2014 o volvemos a las andadas.
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