Café de Flore no es un lugar sino una canción y no es una película sino dos películas, extrañamente ensambladas y según la mayor parte de la crítica de forma forzada, rocambolesca y mostrando las carencias de un guión. No seré yo quien defienda su ensamblamiento, pero tampoco el que condene a la película por ello.
Me parece que las dos historias son tan impactantes, tan conmovedoras, están tan bien contadas e interpretadas que ese defecto no sirve para condenar una de las mejores películas que he visto este año.
Una es la historia de un matrimonio que se rompe. Parece mentira que un tema tan manoseado sea capaz de dar un resultado tan convincente, sorteando las convenciones y con un ritmo maravillosamente progresivo vamos entrando en el verdadero drama que supone una ruptura sentimental en una familia con niños. El otro, es la extraña historia de una mujer y su hijo con síndrome de dawn enamorado de una niña de siete años, hay tanta crueldad y tanta comprensión humana en esta otra historia tan diferente, pero reconocible en la maravillosa dirección del creador de C.R.A.Z.Y.
El resto ya se ha dicho, es quizá el único lunar de la película, las historias se unen a través de la explicación sobrenatural y creo que más que eso, lo que irrita al espectador es que se haya hecho de forma tardía, lo cual supone un simple pegote para unir dos historias enormes que a pesar de todo no se derrumban.
Ni nota: 8,5
Es extraño que un director de este estilo apueste por lo sobrenatural, pero me parece muy respetable.
ResponderEliminarLas historias son conmovedoras, es verdad, y las escenas musicales, y las actrices y actores están estupendos. Aunque me hubiera decepcionado -que no lo ha hecho- nunca criticaría al director de C.R.A.Z.Y...
Un abrazo