Con esta película de Ali Samadi Ahadi se acaba la sección oficial del festival asiático online, del que venimos hablando desde hace un par de semanas. Todavía tengo pendientes otras tres películas, que no pude ver en su día y que estoy viendo ahora. Como soy jurado del festival para la sección oficial no desvelaré nada aquí, aunque por los comentarios se puede uno hacer una idea. Creo que al menos la mitad de las películas que he visto hasta ahora tienen una calidad notable lo cual demuestra que la selección ha sido cuidadosa, por otra parte ésta ha tenido un poco de todo, cine bélico, minimalista, documental animado, bolywood, películas sobrias, películas efectistas.
La última propuesta es un documental que cuenta los prolegómenos y desenlaces de la votación en Irán en 2009. A la alegría inicial pronto le sigue la decepción por el fraude electoral y el espanto por la violencia contra cualquier gesto disidente contra el régimen. Es imposible que esta cinta no conmueva, está compuesta por retazos sacados de blogs, por grabaciones de móvil de dichas revueltas, contiene muertes por parte de los organismos de control policial del régimen, etc. A mí personalmente no me gusta demasiado este tipo de cine, pero me parece necesario que se denuncie algo tan espantoso. Una de las cosas que más me ha emocionado es cuando un jovén iraní se pregunta si la juventud europea sabe lo que está pasando en Irán, es tan lamentable todo, porque en ese momento en lugar de informar adecuadamente sobre eso se prefería vender información y vacunas en torno a una falsa epidemia llamada gripe A, por la que la OMS ni siquiera ha pedido perdón. En tiempos de la ley ACTA, debemos preguntarnos si realmente los estados democráticos no están siguiendo métodos de los menos democráticos, es la excusa del terrorismo unida a la de la piratería.
No me gusta ver estos documentales porque me hacen pensar en lo poco evolucionada que está la humanidad, en la gentuza que dirige desde el púlpito y las comisarías..
La escena
Para mí la escena de la película es ese plano en el que se muestra la ciudad en la noche, en el que los fanáticos citan el nombre de Dios cada vez más alto y una voz se pregunta por un lugar espantoso, lleno de irracionalidad y que desgraciadamente es su país. Creo que ese momento justo antes de los brotes de violencia, está lleno de lirismo, tristeza y retrata bien las dos emociones que mejor traslada el documental: angustia e impotencia.
Muy buena escena, sí señor. Me alegra que el nivel te parezca bueno y la selección cuidada. La hice con cariño y como muy bien dices, intenté hacerla muy variada en cuanto a géneros, países y pretensiones. Luego claro, te salen algunos bodrios. Tu y yo estamos muy de acuerdo en uno de título breve...ja,ja. Un abrazo.
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