21 Jump Street es una de esas películas afortunadas que parece condenada a ser una película de entretenimiento más pero que finalmente se consagra como una de esos productos chorras que por una conjunción extraña de factores termina teniendo gracia. Es raro que esto suceda más que con un par de pelis al año a lo sumo, si llega, porque el año pasado Bridesmaids o Crazy Stupid Love no entraban en esta misma categoría. Tampoco es que estos infiltrados en clase recurran al absurdo de otras producciones del tipo Aterriza como puedas o esas parodias tan malas que tanto se pusieron de moda hace unos años. No, Infiltrados en clase tiene una línea argumental clara, dos policías (uno físico y estúpido y otro rechoncho e inteligente, tópicos de los que se burlan dentro de la misma película) son enviados de incognito a un instituto para desmantelar una red de droga, deberán además afrontar sus fantasmas no superados de adolescencia. A veces exagerada, a veces soez, mantiene un nivel más que decente en su mayoría. Ideal para pasar un buen rato en que no apetezca nada dramático ni profundo.
El cine francés está siendo muy certero a la hora de recoger un muestrario de las dificultades que nuestra generación está encontrando a la hora de enfrentarse a la paternidad. Personas con formación intelectual y artística, hedonistas, melancólicos y abiertos al amor. Si la guerre est declaree nos presentaba el asunto desde una situación límite, un heureux evenement "un feliz acontecimiento" nos ofrece la perspectiva más cotidiana pero igualmente difícil de la maternidad y es que la película supone una desmitificación total de cada uno de dichos momentos, desde el embarazo pasando por el parto y sobre todo los primeros meses de vida. Es una lástima que la película no sepa discurrir ni por la comedia ni por el drama, si en las grandes películas uno pasa de la sonrisa o la carcajada a la lágrima, aquí no se llega ni a lo uno ni a lo otro, quizá porque el guión adaptado es demasiado fiel al libro parece que asistiéramos a un catálogo de momentos, algunos muy planos y convencionales a los que les falta chispa o sello propio. Con todo, la película resulta interesante, es tan necesario que se diga oficialmente que tener niños es una cosa maravillosa sí, pero también por momentos un coñazo total, ( de hecho mientras trato de escribir esta simple entrada mi niña llora y me interrumpe todo el rato porque no coge el sueño) y sobre todo es un coñazo total porque uno se siente culpable de sentir y pensar que es un coñazo total. Aunque algo desacorde con el resto el final es bastante hermoso y profundo. Recomendable para padres en apuros.
¡Estoy que mato por ver la primera!
ResponderEliminarVi una escena en TV que me encantó, a los dos tipos metiéndose los dedos en la boca el uno al otro, jaja.. me encantan estas películas gamberras.. ¡hay algunas muy buenas!
Esa escena de los dedos es muy pero que muy mítica, y alguna más hay por ahí. Sabiendo lo que vas a ver lo pasarás bien.
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