Esta semana se ha estrenado esta interesantísima película, segundo trabajo de Lee Jeong, cineasta coreano, sin embargo se trata de un trabajo de 2010 que sólo el reconocimiento posterior ha llevado a estrenar aquí.
La cinta comienza como un thriller policiaco, donde una brigada trata de apresar a una banda de narcotraficantes. Posteriormente se comprobará que esta banda mafiosa no sólo se dedica al tráfico de droga sino también al de órganos y el abuso delictivo de niños abandonados. Ajeossi es un hombre programado para las misiones más exigentes, vive desconectado del mundo desde que perdiera a su mujer embarazada, nada parece motivarle y vive recluido en su casa de empeños. Sin embargo Mo si, la hija de su vecina alcohólica entra en su vida y ahí comienza todo. La película, aunque con otros medios, sigue la estela de la estética Snyder, hace de la sangre y los excesos de la violencia, un despliegue de estética audiovisual. La trama recuerda a León el profesional, pero esta hermosa película no la desvirtúa en absoluto, es cierto que sufre un bajón a mitad de la trama, pero en general el resultado es más que notable. Los actores están genial, el héroe es estéticamente perfecto y actúa muy bien, los malos son tan odiosos que estás deseando que los rebane el pescuezo y la niña es, simplemente adorable. Hay que verla.
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